Los aminoácidos son moléculas que funcionan a modo de unidad estructural de proteínas y péptidos, por lo que tienen una importancia vital en los seres vivos, incluyendo a las plantas, estas sintetizan aminoácidos a partir del oxígeno, carbono e hidrógeno, algunos de los aminoácidos más importantes que se obtienen son:
- Metionina
- Glutamato
- Arginina
- Alanina
- Glicina
La principal actividad de los aminoácidos en la planta es el crecimiento y desarrollo, facilitando la correcta absorción de los nutrientes (cuadro 1).
Cuadro 1
Las principales funciones que llevan a cabo los aminoácidos son:
Acciones antioxidantes, las cuales ayudan a una correcta nutrición evitando el envejecimiento prematuro de las plantas.
Mitigar los efectos del estrés provocado por heladas, excesos de frío, calor por temporadas largas o choque térmicos (cambios bruscos de temperatura), con el estrés térmico, las plantas pueden tener dificultades para producir aminoácidos con calidad y en la cantidad adecuada.
Para ayudar a las plantas en su desarrollo, corrigiendo un posible déficit en la producción de aminoácidos, los agricultores recurren cada vez más a los bioestimulantes.
¿Qué son y cómo funcionan los bío-estimulantes basados en aminoácidos?
Son productos compuestos de moléculas orgánicas que se obtienen a partir de la hidrólisis enzimática o química de extractos biológicos, normalmente se extraen de vegetales, el resultado es una mezcla equilibrada de aminoácidos que generan una respuesta positiva a las plantas.
Los aminoácidos actúan como agentes energéticos que la planta asimila con facilidad, produciendo estímulos positivos y obteniendo distintos beneficios:
Temperatura alta. La L prolina promueve la retención de mayor cantidad de agua en el citoplasma de las células vegetales, el ácido glutámico refuerza la permeabilidad de la membrana citoplasmática ante el estrés hídrico. La L-serina actúa sobre las acuaporinas (proteínas especializadas) que regulan la entrada de agua en la planta a nivel celular, aun cuando existan limitaciones para hacerlo, mientras que la tiene L-valina mantiene la integridad de la membrana celular.
Temperaturas bajas. Una de las respuestas de la planta es acumular aminoácidos hacia los puntos débiles, razón por la cual se trasladan los aminoácidos libres por el floema para que se acumulen en donde la planta lo requiera. El principal aminoácido es la L-prolina cuya función es ayudar a reducir el daño por congelación.
Fotosíntesis. La L-glicina, la L-alanina, el L-ácido glutámico y la L-arginina mejoran la producción de clorofila, lo cual promueve el proceso de fotosíntesis y genera mayor foto asimilados, también aumentan la cantidad de clorofila en las hojas, por consecuencia la eficiencia de la luz es mejor aprovechada.
En la absorción de nutrientes se ha comprobado que los aminoácidos mejoran la absorción de estos y del agua debido a que tienen una acción de acomplejamiento con nutrientes. Los aminoácidos con este efecto son el ácido L-glutámico, la L-glicina, y el ácido L-aspártico. Especialmente el ácido glutámico es el primer aminoácido formado después de la absorción de nitrógeno y mejora el metabolismo del mismo por medio de la enzima glutamina sintetasa.
En resumen, los aminoácidos nos ayudan con lo siguiente:
- Facilitan el correcto desarrollo y crecimiento de los cultivos.
- Mitigan los efectos del estrés térmico provocado por el exceso o falta de agua, viento, temperaturas extremas o cambiantes, granizo, heladas, salinidad, etc.
- Evitan que, ante una situación adversa, la planta utilice un exceso de energía que pueda debilitarla o alterar su metabolismo.
- Mejoran el cuajado de los frutos.
- Logran una mejor relación de azúcar y acidez en la planta (º Brix).
- Mejoran el tamaño y la coloración del fruto.
- Favorecen la producción de fitohormonas, indispensables para el control del crecimiento de etileno, auxinas y las hormonas que intervienen en la floración.
- Potencian la resistencia de la planta ante situaciones de estrés.
La aplicación de los aminoácidos puede ser tanto por vía foliar o mediante riego. La elección de uno u otro método dependerá del objetivo principal que se pretenda con su aplicación.
Por ejemplo, si queremos estimular la producción de raíces la aplicación recomendable es a través del riego, además de aplicar aminoácidos que contengan metionina, arginina, etc.
Si, por el contrario, nuestra intención es potenciar, en primer lugar, la floración y, posteriormente, el cuajado de un fruto, es recomendable aplicar por vía foliar y aplicar aminoácidos con alto contenido en ácido glutámico, hidroxiprolina, glicina, etc.
Literatura consultada
INTAGRI. 2018. Aminoácidos para la Bioestimulación de Cultivos Hortofrutícolas. Serie Nutrición Vegetal. Núm. 112. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 4 p.
Ing. Eduardo Morales Casas